La preservación de la fertilidad es una valiosa herramienta que permite tanto a mujeres como a hombres anticipar la guarda de sus óvulos o espermatozoides para su uso diferido en el futuro. La técnica de elección para este proceso es la vitrificación, un método de congelación ultrarrápida que ofrece excelentes tasas de supervivencia.

El motivo más frecuente para optar por la preservación es la decisión personal de postergar la búsqueda de un embarazo, aunque también se indica en menor medida por enfermedades que así lo requieran, como por ejemplo, antes de iniciar tratamientos oncológicos. 

Es importante destacar que no existe un tiempo límite estipulado para mantener el material vitrificado, y su calidad no se ve afectada por la extensión del período de almacenamiento.